CANCIONES PATRIAS
CANCIONES PATRIAS
MI BANDERA
Aquí está la bandera idolatrada,
La enseña que Belgrano nos legó
Cuando triste la patria esclavizada
Con valor sus vínculos rompió
Aquí está la bandera esplendorosa
Que al mundo con sus triunfos admiró
Cuando altiva en la lucha victoriosa
La cima de los Andes escaló
Aquí está la Bandera que un día
En la batalla tremoló triunfal
Y llena de orgullo y bizarría
A San Lorenzo se dirigió inmortal
Aquí está como el cielo refulgente
Ostentando sublime majestad
Después de haber cruzado el continente,
Exclamando a su paso: ¡ Libertad!
Libertad, Libertad!
Letra: Juan Chassaing
AURORA
Alta en el cielo, una águila guerrera
audaz se eleva en vuelo triunfal
Azul un ala del color del cielo
Azul un ala del color del mar,
Así en el alta aurora y radial
punta de flecha el áureo rostro imita,
y forma estela al purpurado cuello,
El ala es paño, el águila es bandera.
Es la bandera de la patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios,
es la bandera de la patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios,
Es la bandera de la patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios.
Letra: H. C. Quesada y L. Illica
Música: H. Panizza
SU HISTORIA
Aurora es, tal vez, la más conocida y entonada de las canciones dedicadas a la Bandera. Sin embargo, pocos son los que saben el verdadero origen de estos versos.
En 1908, el gobierno nacional encargó una ópera dedicada a exaltar los valores patrios de una joven y pujante nación.
La responsabilidad de crear la partitura recayó sobre el músico ítalo–argentino Héctor Panizza, quien basó el argumento sobre un libreto creado en colaboración por Héctor Cipriano Quesada y Luigi Illica. Este último, creador de los libretos de ópera tales como Tosca, La Bohéme y Andrea Chenier, entre otras.
De este encargo nació "Aurora", una ópera de estilo italiano, estrenada el 5 de septiembre de 1908, el mismo año en que se inauguró el actual edificio del Teatro Colón. Como era de costumbre en aquellos años, el libreto de la "ópera nacional" estaba íntegramente escrito en italiano.
Los hechos transcurren durante las guerras de la Independencia y narra la historia de un patriota de nombre Mariano que se enamora de Aurora, la hija de un jefe del ejército realista.
Siguiendo una tradición de larga data en el mundo operístico, la pieza tomó el nombre de su protagonista femenino. La noche del estreno el público quedó tan bien impresionado con "La canción a la Bandera" que obligó al tenor Amadeo Bassi a repetir el aria, un hecho pocas veces repetido en los noventa años de vida del Primer Coliseo. "Aurora" se convirtió en la más popular de las óperas argentinas. Sin embargo el hecho que estuviera en italiano, inhibía la posibilidad que "La canción a la Bandera" fuera desconocida por un público masivo.
Así fue que en 1945 Josué Quesada se encargó de transcribir al castellano lo que su padre había hecho en la lengua de Dante. Junto con Angel Petitta, tradujeron el libreto y dejaron inmortalizados los versos que todos conocemos.
Esta versión remozada de la ópera se estrenó en la función oficial del 9 de julio de 1945, con la presencia de todas las autoridades nacionales, encabezada por el presidente General Edelmiro J. Farrell y el Coronel Juan Domingo Perón. Tal y como sucedió en el estreno de la versión italiana, el público ovacionó el aria dedicada al pabellón nacional.
Fue en ese mismo año que, por decreto del Poder Ejecutivo, fue incluída dentro del conjunto de canciones patrias. Y a partir de ese momento "La canción a la Bandera", o simplemente "Aurora" es entonada en actos escolares, al izar y arriar la enseña patria, y se convirtió en el emblema de uno de nuestros símbolos nacionales.
Autor: Ricardo Quesada.
HIMNO A BELGRANO.
I
Paladín de los sacros ideales
A la patria juró siempre honrar
y en la fragua del dogma de Mayo
Fue entusiasta una espada a forjar.
Al blandir ese fúlgido acero
Se animó de pujanza y valor;
Fue un heraldo de luz y grandeza,
Grato nuncio de gloria y honor
II
Llevó el credo en su espada flamígera
Como un genio sublime del bien,
De la Patria creciendo sonriente
Fue baluarte, columna sostén;
Legendaria figura del Plata;
Escudero gentil y gladiador;
Caballero sin tacha y sin miedo,
Un Bayardo de bélico ardor.
III
Ese grande y egregio patricio
Fue un apóstol de la redención,
Dirigiendo en honrosa cruzada
Una heroica y altiva legión.
Le dio el recio Pampero su empuje;
Esas rachas del Plata su voz;
Las augustas matronas virtudes,
Y un escudo, las aras de Dios.
IV
Le dio el astro naciente de Mayo
Con sus rayos el patrio fervor,
Y los puros colores etéreos
Como emblema el Supremo Hacedor;
De ese blanco y azul del olimpo
Reflejó su más bello matiz,
Y creó de su mente, Belgrano,
El pendón de la Patria feliz.
V
En su regio corcel de batalla
Ved, el prócer de brazo viril,
Como ondea gallardo la enseña
Con semblante animoso y febril.
¡Bajo el pórtico inmenso del cielo
Con sus orlas de ardiente arrebol,
No ha surgido una enseña más pura
A la eterna caricia del sol!
VI
¿Por qué se oyen vibrar los clarines
Y cual trueno retumba el cañón?
Es que juran amar los patriotas
Sus colores: ¡del cielo un jirón!
Ved al héroe: recorre las filas
Imprimiendo la dulce emoción,
Y aquel bosque luciente de aceros
Se estremece por gran sensación.
VII
Abandonan sus tristes hogares,
Pues, la Patria ha lanzado un clamor,
Y, a los campos de guerra con brío
Marchan todos al son del tambor…
¡A los aires tremola su emblema;
Ya se sienten las dianas tronar,
Porque a un choque de férreos titanes
Va entre polvo el realista a rodar!
VIII
Tucumán y Las Piedras y Salta
Nos recuerdan el eco marcial,
Con sus labios de luz a Victoria
Besó ardiente la espada triunfal…
Y si allá en Vilcapugio y Ayouma
Algún héroe lloró su revés,
Fue de orgullo, por ver que Belgrano
Tremolaba el pendón, sin doblez
IX
Sus hazañas rutilan de gloria
Como el grupo de estrellas del Sud,
Porque nunca tibieza o desmayo
Empañó su espartana virtud
¡Gloria eterna al insigne guerrero,
Que al llevar en sus armas la unión
A otros nobles estados de América,
Sembró el germen de la redención!
X
Cual la bruma otoñal se disipa
Ante el rastro de fúlgida luz,
Desgarró con su estela radiante
De la Patria el sombrío rapaz.
Y el undoso y titánico Plata
Remeciendo con brío el caudal,
Nombra eterno al varón abnegado
Con su ronco laúd de cristal
XI
Escudó a la Patria querida.
De las zarpas de un fiero opresor.
Y su canto solemne de gloria
Alza el Pueblo Argentino en su honor.
Y al rodar con sus ondas el Plata
Coronado de un regio dosel,
Le dará su fecunda corriente
Lozanía a su verde laurel
XII
¡Gloria al héroe! …. Su gran monumento
Cual sagrario nos llene de fe,
Y, a través de los siglos y siglos
Se contemple triunfante de pie,
Que sabremos honrando a ese genio
Junto al sacro pendón nacional,
Inspirados de nobles ideales
Seguir siempre su estela inmortal
XIII
Hasta edad más remota la Patria ,
Su feliz mausoleo verá.
Y la Gloria surgiendo en su vuelo,
Arrogante al Gran Pueblo dirá:
¡Allí está en su corcel de batalla
Aquel prócer de brazo viril
Ved, cuán bello tremola su enseña
Con semblante animoso y febril
XIV
Con marcial apostura el guerrero
Radiará en su piafante corcel
A un redoble de roncos tambores,
Mientras forma el empíreo un dosel…
Jubiloso este Pueblo Argentino
Con la insignia que hiciera jurar,
Irá siempre, los días de gloria
En tributo de amor a loar
XV
Primorosas y alegres vestales
Que arropadas de azul y albor,
A su pie con las manos de jaspe
Deshojáis en ofrenda una flor:
¡Arrancad de las cuerdas temblosa;
Los arpegios por su alta virtud.
Que el insigne patriota ha creado
Vuestra insignia de honor! ¡Gratitud!
CORO
¡Gloria eterna al patricio genial,
Que a la Patria arrogante y gentil
Coronó de ostentosa laurel!
¡Honre excelsa al patriarca inmortal,
Que dio fama a ese pueblo viril!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Loor siempre a él!
Gabriel Monserrat.
MI BANDERA
Aquí está la bandera idolatrada,
La enseña que Belgrano nos legó
Cuando triste la patria esclavizada
Con valor sus vínculos rompió
Aquí está la bandera esplendorosa
Que al mundo con sus triunfos admiró
Cuando altiva en la lucha victoriosa
La cima de los Andes escaló
Aquí está la Bandera que un día
En la batalla tremoló triunfal
Y llena de orgullo y bizarría
A San Lorenzo se dirigió inmortal
Aquí está como el cielo refulgente
Ostentando sublime majestad
Después de haber cruzado el continente,
Exclamando a su paso: ¡ Libertad!
Libertad, Libertad!
Letra: Juan Chassaing
AURORA
Alta en el cielo, una águila guerrera
audaz se eleva en vuelo triunfal
Azul un ala del color del cielo
Azul un ala del color del mar,
Así en el alta aurora y radial
punta de flecha el áureo rostro imita,
y forma estela al purpurado cuello,
El ala es paño, el águila es bandera.
Es la bandera de la patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios,
es la bandera de la patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios,
Es la bandera de la patria mía,
del sol nacida, que me ha dado Dios.
Letra: H. C. Quesada y L. Illica
Música: H. Panizza
SU HISTORIA
Aurora es, tal vez, la más conocida y entonada de las canciones dedicadas a la Bandera. Sin embargo, pocos son los que saben el verdadero origen de estos versos.
En 1908, el gobierno nacional encargó una ópera dedicada a exaltar los valores patrios de una joven y pujante nación.
La responsabilidad de crear la partitura recayó sobre el músico ítalo–argentino Héctor Panizza, quien basó el argumento sobre un libreto creado en colaboración por Héctor Cipriano Quesada y Luigi Illica. Este último, creador de los libretos de ópera tales como Tosca, La Bohéme y Andrea Chenier, entre otras.
De este encargo nació "Aurora", una ópera de estilo italiano, estrenada el 5 de septiembre de 1908, el mismo año en que se inauguró el actual edificio del Teatro Colón. Como era de costumbre en aquellos años, el libreto de la "ópera nacional" estaba íntegramente escrito en italiano.
Los hechos transcurren durante las guerras de la Independencia y narra la historia de un patriota de nombre Mariano que se enamora de Aurora, la hija de un jefe del ejército realista.
Siguiendo una tradición de larga data en el mundo operístico, la pieza tomó el nombre de su protagonista femenino. La noche del estreno el público quedó tan bien impresionado con "La canción a la Bandera" que obligó al tenor Amadeo Bassi a repetir el aria, un hecho pocas veces repetido en los noventa años de vida del Primer Coliseo. "Aurora" se convirtió en la más popular de las óperas argentinas. Sin embargo el hecho que estuviera en italiano, inhibía la posibilidad que "La canción a la Bandera" fuera desconocida por un público masivo.
Así fue que en 1945 Josué Quesada se encargó de transcribir al castellano lo que su padre había hecho en la lengua de Dante. Junto con Angel Petitta, tradujeron el libreto y dejaron inmortalizados los versos que todos conocemos.
Esta versión remozada de la ópera se estrenó en la función oficial del 9 de julio de 1945, con la presencia de todas las autoridades nacionales, encabezada por el presidente General Edelmiro J. Farrell y el Coronel Juan Domingo Perón. Tal y como sucedió en el estreno de la versión italiana, el público ovacionó el aria dedicada al pabellón nacional.
Fue en ese mismo año que, por decreto del Poder Ejecutivo, fue incluída dentro del conjunto de canciones patrias. Y a partir de ese momento "La canción a la Bandera", o simplemente "Aurora" es entonada en actos escolares, al izar y arriar la enseña patria, y se convirtió en el emblema de uno de nuestros símbolos nacionales.
Autor: Ricardo Quesada.
HIMNO A BELGRANO.
I
Paladín de los sacros ideales
A la patria juró siempre honrar
y en la fragua del dogma de Mayo
Fue entusiasta una espada a forjar.
Al blandir ese fúlgido acero
Se animó de pujanza y valor;
Fue un heraldo de luz y grandeza,
Grato nuncio de gloria y honor
II
Llevó el credo en su espada flamígera
Como un genio sublime del bien,
De la Patria creciendo sonriente
Fue baluarte, columna sostén;
Legendaria figura del Plata;
Escudero gentil y gladiador;
Caballero sin tacha y sin miedo,
Un Bayardo de bélico ardor.
III
Ese grande y egregio patricio
Fue un apóstol de la redención,
Dirigiendo en honrosa cruzada
Una heroica y altiva legión.
Le dio el recio Pampero su empuje;
Esas rachas del Plata su voz;
Las augustas matronas virtudes,
Y un escudo, las aras de Dios.
IV
Le dio el astro naciente de Mayo
Con sus rayos el patrio fervor,
Y los puros colores etéreos
Como emblema el Supremo Hacedor;
De ese blanco y azul del olimpo
Reflejó su más bello matiz,
Y creó de su mente, Belgrano,
El pendón de la Patria feliz.
V
En su regio corcel de batalla
Ved, el prócer de brazo viril,
Como ondea gallardo la enseña
Con semblante animoso y febril.
¡Bajo el pórtico inmenso del cielo
Con sus orlas de ardiente arrebol,
No ha surgido una enseña más pura
A la eterna caricia del sol!
VI
¿Por qué se oyen vibrar los clarines
Y cual trueno retumba el cañón?
Es que juran amar los patriotas
Sus colores: ¡del cielo un jirón!
Ved al héroe: recorre las filas
Imprimiendo la dulce emoción,
Y aquel bosque luciente de aceros
Se estremece por gran sensación.
VII
Abandonan sus tristes hogares,
Pues, la Patria ha lanzado un clamor,
Y, a los campos de guerra con brío
Marchan todos al son del tambor…
¡A los aires tremola su emblema;
Ya se sienten las dianas tronar,
Porque a un choque de férreos titanes
Va entre polvo el realista a rodar!
VIII
Tucumán y Las Piedras y Salta
Nos recuerdan el eco marcial,
Con sus labios de luz a Victoria
Besó ardiente la espada triunfal…
Y si allá en Vilcapugio y Ayouma
Algún héroe lloró su revés,
Fue de orgullo, por ver que Belgrano
Tremolaba el pendón, sin doblez
IX
Sus hazañas rutilan de gloria
Como el grupo de estrellas del Sud,
Porque nunca tibieza o desmayo
Empañó su espartana virtud
¡Gloria eterna al insigne guerrero,
Que al llevar en sus armas la unión
A otros nobles estados de América,
Sembró el germen de la redención!
X
Cual la bruma otoñal se disipa
Ante el rastro de fúlgida luz,
Desgarró con su estela radiante
De la Patria el sombrío rapaz.
Y el undoso y titánico Plata
Remeciendo con brío el caudal,
Nombra eterno al varón abnegado
Con su ronco laúd de cristal
XI
Escudó a la Patria querida.
De las zarpas de un fiero opresor.
Y su canto solemne de gloria
Alza el Pueblo Argentino en su honor.
Y al rodar con sus ondas el Plata
Coronado de un regio dosel,
Le dará su fecunda corriente
Lozanía a su verde laurel
XII
¡Gloria al héroe! …. Su gran monumento
Cual sagrario nos llene de fe,
Y, a través de los siglos y siglos
Se contemple triunfante de pie,
Que sabremos honrando a ese genio
Junto al sacro pendón nacional,
Inspirados de nobles ideales
Seguir siempre su estela inmortal
XIII
Hasta edad más remota la Patria ,
Su feliz mausoleo verá.
Y la Gloria surgiendo en su vuelo,
Arrogante al Gran Pueblo dirá:
¡Allí está en su corcel de batalla
Aquel prócer de brazo viril
Ved, cuán bello tremola su enseña
Con semblante animoso y febril
XIV
Con marcial apostura el guerrero
Radiará en su piafante corcel
A un redoble de roncos tambores,
Mientras forma el empíreo un dosel…
Jubiloso este Pueblo Argentino
Con la insignia que hiciera jurar,
Irá siempre, los días de gloria
En tributo de amor a loar
XV
Primorosas y alegres vestales
Que arropadas de azul y albor,
A su pie con las manos de jaspe
Deshojáis en ofrenda una flor:
¡Arrancad de las cuerdas temblosa;
Los arpegios por su alta virtud.
Que el insigne patriota ha creado
Vuestra insignia de honor! ¡Gratitud!
CORO
¡Gloria eterna al patricio genial,
Que a la Patria arrogante y gentil
Coronó de ostentosa laurel!
¡Honre excelsa al patriarca inmortal,
Que dio fama a ese pueblo viril!
¡Gloria! ¡Gloria! ¡Loor siempre a él!
Gabriel Monserrat.
JOSE ALI MORENO LOBO C.I 18953763
3 PARCIAL DE CRF
HOLA. EXCELENTE. PERO NO PUEDO CONSEGUIR LA PARTITURA COMPLETA O POR LO MENOS, QUÉ PARTE SE CANTA DEL HIMNO A BELGRANO.
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